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Planetas y signos en las casas – Casa I

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Casa 1 astrológica

Sol o Leo en Casa I 

El Sol o el signo de Leo en la Casa I, te predispone a identificarte con tu papel, con tu rol, con el estado físico de tu cuerpo. Tu carácter y tu personalidad forman un todo armónico, con tendencia a comportarte tal como eres, sin simulaciones. Te puedes sentir inclinado a desarrollar un talante liberal y un carácter ambicioso, digno, voluntarioso, individualista y organizador.

Luna o Cáncer en Casa I

Podrías ser de ese tipo de personas dispuestas a hacer cosas para agradar, pero sujetos a frecuentes cambios de humor, con altibajos periódicos, puedes fluctuar entre la alegría desmesurada y la tristeza. Eres de talante acogedor, con fuerte instinto de protección. Necesidad de cambiar de casa y de vida. Acabarás viviendo en un lugar distinto al de tu nacimiento.

Mercurio o Géminis Virgo en Casa I

Seguramente eres una persona de inteligencia y de espíritu vivo, y tienes unas facultades mentales bastante potentes, al margen de tu nivel cultural, gozas de un gran talento y habilidad. En el guion de tu vida puede escenificarse como un cambio total de ideas, que te obligará a adaptarse a cambios de relaciones, de casa, de trabajo, o de pareja.

Venus o Tauro Libra en Casa I

Carácter cortés, amable, divertido y agradable. Tu presencia despierta simpatía y afecto, por ello te resulta relativamente fácil atraerte la complacencia de los demás. Bienestar afectivo, siempre tendrás a alguien que te haga sentirte querido/a, vivirás épocas de alegría, encanto y regocijo. tu vida tendrá un cierto grado de refinamiento pero con dificultad para entrar en acción.

Marte o Aries en Casa I

Gozas de una notable viveza de carácter que te impulsa a moverse mucho. Te cansan difícilmente de trabajar o de hacer algo. No rehuyes el peligro, más bien lo enfrentas, despreciando los riesgos con una exagerada confianza en tus fuerzas. Una niñez muy movida, con situaciones en las que hay que emigrar, cambiar de población o vivir situaciones conflictivas con mucho trasiego.

Júpiter o Sagitario en Casa I

Eres una persona inclinada hacia el bien y la equidad y procuras por la felicidad de los que te rodean. Tu actitud tiende a ser  acogedora, que intenta complacer y agradar. Provisto de buen humor, aunque puedes tener inclinación a dirigir y a mandar a los demás, pudiendo llegar al autoritarismo. Es favorable para obtener éxito social y realizar viajes a lo largo de tu vida.

Saturno o Capricornio en Casa I

Eres una persona de ambición sostenida que persigues el ascenso, la prosperidad o el triunfo social. Te conformas con poco porque eres austero y necesitas para ti mismo lo imprescindible. Sabes ahorrar parte de lo que obtienes y procuran tener reservas para el futuro. Tu vida tiene un guion lleno de responsabilidad, con temporadas en las que tendrás que valerse por ti mismo/a en un mundo hostil.

Urano o Acuario en Casa I

Carácter firme, procuras vivir sin depender de nadie. Atracción por profesiones liberales. Rechazas lo convencional, las normas sociales, los cánones de cualquier tipo. Por ello te cuesta adaptarse a grupos que te obliguen a sujetarse a costumbres o a reglas prefijadas. Vives experiencias tan imprevisibles que, en ciertas crisis, pasas a ser otra persona, cambias de semblante o te pasas de un extremo a otro.

 

Neptuno o Piscis en Casa I

Permeabilidad psíquica especial que te hace captar los estados anímicos de los demás. Propensión a actuar en secreto, callando u ocultando tus ideas o sentimientos, envolviéndote en una atmósfera nebulosa. Resulta muy difícil que conozcan tu propio temperamento. Pueden ocurrir confusiones, enredos o desilusiones respecto a la pareja y un cierto grado de inestabilidad emocional o afectiva.

Plutón o Escorpio en Casa I

Eres una persona de gran sensibilidad, un chaman natural, con una seguridad excesiva en ti mismo/a y en tus opiniones. Propensión a reaccionar irritado contra cualquier opinión contraria porque muchas veces lo interpretas como un ataque a tu persona o una crítica, cuando no siempre es así.  Puedes sentirse incomprendido/a o víctima de los demás y llegar a volverte testarudo y rígido.

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