El palacio Güell otro jardín de las Hespérides para el hijo de Zeus

En la mitología griega Hercules es el hijo del Dios Padre, Deus Piter, Júpiter o Zeus piter. Gaudí idea y contruye una casa para Hercules y así sigue trabajando en casas dívinas donde lo más importante está en el cielo.

 Entrando desde las Ramblas, a la altura de la antigua calle Conde del Asalto está el edificio del Palacio Guell, Patrimonio de la Humanidad.  Originalmente en el muro lateral que se muestra a la calle habia pintado un enorme cuadro de Hercules, ahora solo se puede ver el lienzo que fue el muro del palacio.

La doble puerta de entrada está formada por dos grandes arcos parabólicos idénticos a los de su primera representación del Jardín de las Hespérides en las cuadras de Pedralbes. Las dos puertas representas las dos columnas de Hercules que conducen a una nueva casa jardín.

Los herrajes, el trabajo de Vulcano, el dios creador de todos los templos olímpicos, siempre está presente en las obras de Gaudí, quién con su diseño vegetal logra hacer ligero a la vista lo que tremendamente pesado.

Arcos parabólicos construidos sobre columnas de marmol, arcos celestes que nos llevan a mirar hacia arriba, hacia el cielo, desde donde llega la luz, toda la luz.

En el interior del edificio está representado por enésima vez el jardín de las Hesperides. Las cristaleras están decoradas con motivos de aves y elementos vegetales.

Vegetales fantanticos y luminosos a través de los cuales se filtra la luz exterior para dar mayor sensación de jardin.

Los frisos de madera tallada que decoran las sala principal o el salón de música, forman dibujos de aves exóticas o de plantas exuberantes y desconocidas.

Alguna de las lámparas que acompañan a la decoración son representaciones de animales como el ánade que ocupa el lugar central frente al piano en la sala de música.

Pero no es la escenificaión del Jardín terrestre lo que más importa a Gaudi, en ningún momento se olvida de dar prioridar o protagonismo al cielo, el cielo o lo que hay en el cielo es lo que mayor interés tiene en la obra del genio.

Gaudí nos obliga a doblar la cabeza para mirar hacia arriba, a levantar la mirada hacia lo más alto o mirar el cielo, pues es en el cielo donde está lo más importante, es alli donde están las manzanas doradas. las estrellas de los magos, la joyas del firmamento.

Es en el techo del palacio donde está lo más importante, donde se ha dedicado mayor atención. Los techos estan formados por un entramado perfecto de estrellas que representan de nuevo a las manzanas doradas del jardin de las Hesperides, la joya mejor guardada del jardín.

Un techo muy sofisticado, estraordinariamente sofisticado, un techo que no es un mero adorno, sino otra representación del jardín celeste, del valor del tesoro que se oculta en el cielo acabado en gemas preciosas de todos los colores

En el extremo de cada una de las piezas doradas descendentes del techo hay emgastada una gema, se pueden ver gemas de colores azules, zafiros o espinelas azules, gemas verdes, amarillas, rojas, moradas, todas ellas engastadas en el techo.

Las estrellas y las gemas se asemejan, la luz celeste de las estrellas se emite en cierto color de onda, y la luz terrestre que reflejan las gemas puede llegar a ser semejante; gemas y estrellas se emparejan y en el techo del Palacio Guell forman parte del techo estrellado que representa una vez más al Jardín de las Hespérides celeste.

El Palacio Guell es la casa de Hercules, el jardin que el héroe supo encontrar después de vencer al dragón guardian. Para que no se nos olvide que ese es el mito central de este edificio, Gaudí decora el salón central y más importante del casa con los dos elementos que representan el mito.

¿Que pueden ver los ojos normales en esta imagen?

-Una lámpara de pared adosada sobre una chimenea, seis bombillas sujetas por un herraje con extrañas ondulaciones sobre una chapa circular dorada.

Sin embargo la mirada del astrólogo descubre que esas seis bombillas en la forma en que están colocadas representan la seis estrellas más importantes que dan forma a la constelación de Hércules y que la chapa dorada es una representación solar tal y como le corresponde al héroe solar.  Además, sobre la repisa está representado doblemente el dragón guardíán, para los ojos del que lo pueda ver.

Pienso que después de este breve recorrido por la obra de Gaudí ya estamos preparados para visitar la Obra Magna del genio y  así poderla observarla con nuevos ojos y nueva información.

FOTOGRAFIA: Maria Dolores

Publicado por Tito Maciá

Profesor, divulgador, investigador y escritor sobre temas de astrología.
https://titomacia.net/

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