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La onda del índice cíclico de concentración planetaria del 2020 al 2023.

La onda del índice cíclico de concentración planetaria, es un modelo matemático astrológico que simplifica la observación del cielo y que representa en formato gráfico, las conjunciones o alineamientos de los planetas exteriores, desde Marte hasta Plutón.

El máximo alineamiento planetario estuvo en los primeros meses del 2020, coincidiendo con el momento álgido de la pandemia que nos ha azotado desde entonces. Desde el principio he estado asociando la elevación de la onda con el incremento de los contagios. Quizás el modelo no ha sido perfecto, debido a que el proceso de contagios no ha sido, ni lo es, uniforme para todo el planeta. Pero ha sido el mejor modelo matemático, muy de largo, desde el principio de la pandemia. Otra cosa es que haya sido útil para algo, que tengo claro que no.

A pesar de que no haya servido absolutamente para nada mostrar este modelo, a mi me parece de una belleza astrológica descomunal, y aunque sea como un motivo «artístico» vale la pena darle una mirada.

La vida sigue y la onda del índice de concentración planetaria continúa en su eterno movimiento ondulante, propio de la vida misma.

La onda se expresa así: 10 astrodinas, no pasa nada importante: 20 astrodinas, algo se nota y deja alguna huella; 30 astrodinas, se complican las cosas, hay que tomar medidas, la población se alerta; 40 astrodinas, alerta total, cambio de rumbo social, de horarios y de costumbres. y si pasa de las 50 astrodinas, como ocurrió en marzo 202o, es tan intenso el cambio social, que a partir de ese momento ya nuca más serán las cosas como eran antes. Y así ha sido, los detalles en las hemerotecas.

Desde finales del mes de abril 2021 hasta enero de 2022, estamos por debajo de las 10 astrodinas. Bien es verdad que la onda, tal y como he podido comprobar a lo largo de más de un año, lleva un retraso para América, que puede ser de hasta tres meses en según que lugares.

Lo que se observa en la onda es una vaguada amplia que coincide con el tiempo de vacunación masivas a nivel mundial. Pero, como siempre ha sido a lo largo de la historia, en unos lugares se padece más que en otros.

Todo da para pensar en unos meses de disminución intensa de contagios. Creo que podemos estar tranquilos durante unos meses. Hasta la llegada del mes de febrero de 2020, cuando podría haber un rebrote del virus gracias a los reservorios de las personas que no se han vacunado por las razones más peregrinas y razonadas del mundo. He escuchado de todo, con razonamiento aparentemente lúcidos, pero que para mi, que iba para psiquiatra y lo dejé, porque pensé que los verdaderos enfermos nunca vendrían a mi consulta y a la de astrólogo si, para mi, decía, quienes no se hayan vacunado ni piensan vacunarse, tienen algún tipo de trastorno que el virus conoce y aprovechará para matar a cientos de mieles de personas más. Y no se van a corregir ni aunque los maten, tienen razón, su razón, un trastorno originado por su miedo a morir, como un camión.

Bueno, pues eso, en los próximos meses, con la vacunación y la incorporación de los antivirales nuevos, pienso que se irá recuperando la normalidad en buena parte del mundo. Luego tendremos con bastante probabilidad una réplica en 2022 y n0 se me ocurre pensar en cómo se puede parar, ni para qué puede servir que escriba todo esto. Después vendrán tiempos mejores de verdad.

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