La especie humana, desde siempre ha estado dividida entre nómadas y sedentarios. La influencia astrologica del planeta Saturno refleja a los pueblos sedentarios, mientras que el planeta Júpiter se relaciona con los pueblos nómadas. Quizás parezca una simplificación excesiva, pero al menos es muy clara.
Se puede decir de otro modo, la influencia del planeta Saturno se percibe más en las personas sedentarias, es decir, en los que se inclinan a elegir oficios con poca agitación o movimiento, los que prefieren ocupar un lugar y quedarse tranquilamente a vivir allí, mientras que la influencia de Júpiter se nota más en las personas que prefieren llevar una vida más movida, los que prefieren cambiar de lugar para mejorar sus condiciones de vida, los que no soportan quedarse mucho tiempo quietos en un mismo lugar.
Dos tipos de tendencias que originan dos maneras distintas de entender la vida. Es cierto que todos tenemos a Saturno y también a Júpiter en nuestro tema natal y que todos tenemos las dos inclinaciones y nos dejamos llevar por ellas de manera equilibrada, unas veces somos sedentarios, estamos centrados en nuestro trabajo y en nuestras ciudad y otras, veces, cuando llegan las vacaciones nos trasformamos en nómadas, sin embargo los modelos puros de estos arquetipos planetarios nos permiten distinguir, reconocer, diferenciar y comprender dos actitudes humanas que son antagónicas.
Recuerdo un texto de René Guenon titulado le, «Le Roi du Monde», en el que escribía sobre Caín y Abel comparando a éstos dos personajes bíblicos con los pueblos sedentarios y los nómadas. Caín se queda con la tierra, acota los campos, impide la libre circulación, mientras que Abel tiende a circular libremente por un mundo sin fronteras. Ya sabemos todos como acaba la historia, Caín mata a su hermano Abel, el sedentarismo acaba con el nomadismo, esa es la moraleja.
¿Cómo se refleja esto en la sociedad actual?
Fácil ¿no?
Saturno se escenifica en las personas que habitan un lugar y poseen las tierras, las viviendas y los negocios, los que son patronos, arrendatarios y propietarios, mientras que Júpiter se escenifica en las personas que “vienen de fuera” los forasteros de todo tipo.
Así quedan definidos dos grupos sociales que son antagónicos y que necesariamente tienen que compartir la vida en este mundo.
Las influencias de uno u otro planeta, no son rígidas y para siempre, sino que van cambiando como cambia el clima y la naturaleza, incluso se puede decir que varía con la edad, cuando se es joven y fuerte se tiende al nomadismo, a expandirse, viajar, a vivir de alquiler, mientras que con la edad aumenta la tendencia a la sedentarización, aunque esto son generalizaciones que luego de manera particular tienen sus variantes.
En los libros antiguos se habla de las gentes de Júpiter como los invasores mientras que las gentes de Saturno son los defensores del territorio. Hoy día podemos reconocer la influencia de Júpiter en los migrantes, los viajeros, los turistas y las personas que hacen negocios internacionales, como es el turismo o la importación exportación.
Júpiter se puede escenificar como el “príncipe azul” o mejor, las personas que pueden asumir el papel de “príncipes azules” las personas que despiertan la admiración y el deseo.
–Me comentaba un taxista catalán, que en su pueblo antes eran todos muy feos, eran feos porque se casaban entre parientes para así conservar el patrimonio familiar, una actitud muy propia de la influencia de Saturno. Me decía a continuación que ahora hay mucha gente joven muy guapa debido a la afluencia de inmigrantes, que el irse mezclando se va formando un pueblo nuevo con personas mucho más guapas, los catalanes de ahora ya no son feos y saturninos, con la llegada de la influencia de Júpiter, léase la inmigración, ha mejorado el pueblo y son mucho más guapos y guapas que antes.
Los del pueblo y los forasteros, los que son de aquí y los que han venido de fuera, los arrendatarios y los arrendadores, los invasores y los invadidos, dos grupos sociales antagónicos obligados a entenderse.
Conocer las influencias astrológicas nos permite comprender mejor a los demás y aceptarlos aunque en ese momento sean, piensen o sientan distinto, esa la belleza de la Astrología.