El atacir del Ascendente de la Revolución. El viaje del año.

La carta del cielo de la Revolución solar anual,  es un mapa, reloj, calendario que sirve para saber cuál es tu papel en la “película” del año, con quien te vas a encontrar a lo largo de los meses, el tipo de encuentros que te puedes tropezar, y todo aquello que puede suceder de importancia durante el año de tu vida.  

La carta de cielo de la Revolución solar es una información privilegiada, se mire como se mire. Un Google Maps que sirve para orientarte en el viaje por el tiempo del año. La carta de la revolución del año es un reloj especial que se mueve por atacir.

Atacir es mover los puntos de una carta del cielo a una velocidad uniforme, exactamente igual que se mueven las agujas de un reloj, eso es el atacir. Y en las cartas de la Revolución solar de año, todos los puntos se mueven a una velocidad de un grado cada día. El elemento más importante es el Ascendente

El Ascendente de la revolución solar se comporta como una gran manilla de reloj que se va moviendo poco más o menos un grado cada día en sentido zodiacal, recorriendo todo un signo en el transcurso de un mes y cubriendo el ciclo completo a lo largo del año. En base a ello podemos conocer de antemano los asuntos importantes de año y el tiempo en que sucederán las cosas

Casa I

El año es un espacio tiempo que se recorre día a día, mes a mes, un viaje que tiene sus estaciones, sus tiempos, sus escenas, sus actos y sus encuentros con los demás. En los primeros treinta días posteriores al cumpleaños,  el atacir del Ascendente de la revolución anual camina por la primera Casa, el “taller del alfarero celeste”, un espacio astrológico donde se moldea el cuerpo, se perfila la figura y el aspecto físico.  Si en la revolución del año hay un planeta en la Casa I, se puede pensar que ese plañera ejercerá de “alfarero suplente” y querrá darle a tu cuerpo una nota del planeta; si fuera Júpiter el alfarero, casi siembre añade materia en formato grasa y te la va distribuyendo por las partes del cuerpo que se correspondan con el signo que ese año ocupe la primera Casa. Es como una sabiduría profunda que sabe que ese año vas a viajar y podría ser que necesitases reservas en formato grasa.  Si por una de esa tiene a Júpiter en la primera Casa de la Revolución anual y no te mueves, cuando pasa el primer mes de año ya se ve tu cuerpo más rollizo.  Si fuera Saturno es el revés, te puedes quedar en los huesos, y si esta Venus y eres mujer, la mar de bien, la alfarera te “resetea” un poco el cuerpo y de te deja más atractiva, ahora bien, si eres hombre, la alfarera de Venus te pone un poco gordito y compacto, con panchita cervecera de tanta y tanta fiesta que vas a tener ese año, y así cada planeta intenta que tomes la forma que a él le gusta. El peor de todos es Plutón que no moldea nada y solo te mete el dedo, o te hace una mancha, cuidadito con él.

Además de afectar al aspecto físico, el paso del atacir del Ascendente por la Casa I, en el primer mes del año personal,  se interpreta como una primera etapa anual de autoafirmación y reajuste de relaciones. Es durante este primer mes cuando sentimos la necesidad de cambiar o de mejorar la imagen, de comprarnos nueva vestimenta o adoptar nuevos roles, nuevos patrones de conducta para cubrir los nuevos objetivos del año.

Si en ese año existen planetas en la Casa VII, entonces es cuando surgen tomas de posición frente a los demás, enfrentamientos o situaciones en las que dependemos de otras personas, en especial de los colaboradores, socios o de la pareja. En este primer mes hay que llegar a acuerdos que pueden ser favorecedores o satisfactorios en caso de que se encuentren planetas afortunados, pero puede ser un mes de conflictos y tensiones en caso de existir planetas infortunados.

Publicado por Tito Maciá

Profesor, divulgador, investigador y escritor sobre temas de astrología.
https://titomacia.net/

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