Cuando el atacir del Ascendente de la revolución anual, llega a la Casa IV, alrededor del día 90 posterior al cumpleaños, significa regreso al hogar, trabajo y esfuerzo para adaptarse de nuevo a la vida doméstica o diaria. Estos primeros días del cuarto mes suelen ser algo críticos, es aquí cuando se pueden pagar las libertades o las transgresiones de semanas anteriores. Estos días son como un lunes que se prolonga varios días. La vida familiar adquiere mayor protagonismo a lo largo de este cuarto mes.
Al llegar a los 100 días aparece un estado pletórico que significa el final de la crisis y de nuevo poder tomarse alguna libertad o transgredir, escaparse o salir bien librado. Cinco días después es tiempo de sueño, de necesidad de retiro, de introspección, de quedarse dentro de casa reposando o buscando la tranquilidad o simplemente de dormir más que en días anteriores. Llegados a los últimos días del cuarto mes es tiempo de restablecer nuestros lazos afectivos familiares, de seguir las pautas establecidas o ajustarse a un estilo de vida más ordenado, de cambios o de innovación de normas sociales o familiares de crear nuevas reglas o normas, o simplemente de hacer arreglos en el hogar.