La inspiración de Gaudí y el mito de Hércules

La inspiración que subyace en la obra de Gaudí está intimamenmte ligada al viaje de Hercules en busca de la manzanas de oro. Por eso conviene conocer un poco el mito y la leyenda de Hércules.

Hércules era hijo del Dios Padre (Deus piter, Júpiter) El día de su nacimiento se oyó repetidas veces el estruendo del rayo y se vieron muchos prodigios que anunciaban la gloria futura del hijo de Dios Padre, quien engañando a la Diosa Madre y siéndole infiel, adoptó la forma de Anfitrión, el rey de Tebas que estaba ausente en una campaña bélica, y se unió a Alcmena.

Poco después regresó de la campaña Anfitrión que su unió también a su mujer. De esta doble unión nació Hércules y su hermano gemelo Ificles.
El día que debía nacer Hércules, Zeus piter, Dios Padre juró que el que estaba a punto de nacer dominaría toda Grecia. Diosa Madre, Deus meter, conocedora de la infidelidad y celosa como siempre, intervino para modificar este juramento. Descendió a Argos y adelantó el parto del hijo de Alcmena que se llamó Euristeo.
Dios Padre tuvo que mantener su juramento y sobre Euristeo recayó el título de dominador de Grecia.

Pero la Diosa Madre, siempre celosa y vengativa, una noche mientras todos dormían, arrojó dos serpientes-dragones sobre los hermanos gemelos y mientras Ificles perecía asfixiado, Hércules agarró a los dos dragones y les retorció el cuello.
Hércules tuvo por primera esposa a Megara hija del rey Creonte. La Diosa madre intervino de nuevo para vengarse y le envío a Lisa (la Furia de la Rabia) El héroe presa de la locura confundió a sus hijos y a su mujer y los mató.

Como pena de este asesinato y por decreto del Oráculo de Delfos, tuvo que exilarse durante doce años y someterse a doce trabajos bajo las órdenes de Euristeo. Por este motivo Hércules tuvo que realizar todos los trabajos que le ordenaba Euristeo.

De los Doce trabajos de Hércules, Gaudí se inspira, en especial, en uno de ellos en el que Hércules tiene que obedecer la orden de buscar las Manzanas de Oro del Jardín de las Hespérides.
En este trabajo Hércules siguió una ruta llena de aventuras importantes. Primero se dirigió al norte atravesando Iliria y tuvo un encuentro con el hijo de Ares que le desafió a un duelo, pero Dios Padre intervino e interpuso un rayo entre ellos.

Continuó su viaje hasta llegar al río Po donde se encontró con las ninfas del río les preguntó por el Jardín y las ninfas le aconsejaron que se informase con Nereo.
Hércules buscó al Nereo, un anciano amable, pacífico, justo y moderado además de hábil adivino y de tener la facultad de transformarse en cualquier ser para librarse de los demás.

Hercules lo encontró dormido lo sujetó con fuerza hasta que el viejo le reveló el lugar donde se hallaba el Jardín de las Manzanas doradas. Nereo le aconsejó que no tomase las manzanas con su mano sino que se lo solicitara a Atlas, además le enseñó el arte de la navegación.

Hércules se embarcó y se dirigió a Libia y al llegar a la playa tuvo que enfrentarse con Anteo, un gigante marino, que tenía 64 codos de alto. La misión del gigante consistía en recoger cráneos humanos para construir un templo en honor a su padre Neptuno. Detenía a todos los que pasaban por aquellas playas, le obligaba a luchar, se abalanzaba sobre el adversario y les aplastaba con su enorme peso. Hércules lo venció varias veces pero cada vez que caía al suelo, su madre la Tierra, le daba nuevas fuerzas.

Al final, Hércules lo levantó en el aire y lo ahogó con sus brazos.

Más adelante, mientras dormía fue atacado por un ejército de Pigmeos que eran hombrecillos de no más de un codo de altos.

Dos grupos de este ejército lo sujetaron por las manos, el grupo principal le atacaba por la izquierda, los arqueros por los pies y la reina con los más valientes asaltaban la cabeza. Hércules se despertó y con un ataque de risa los metió a todos en una piel de León y se los regaló a Euristeo.
De Libia se dirigió a Egipto y se encontró con el rey Busiris que tenía la costumbre de sacrificar anualmente a una persona para aplacar el hambre. Este rey tenía secuestradas a las hijas de Atlas.

 Nuestro héroe se dejó encadenar y cuando lo llevaron al templo, Hércules rompió las cadenas liberó a las hijas de Atlas y mató a Busiris y su hijo que también andaba por allí.
Continuó el viaje atravesando Etiopía donde se encontró con Ematión rey de ese país, hijo de la Aurora, considerado como un bandido peligroso que degollaba a todos los que caían en sus terribles manos. El héroe acabó matándolo y puso como sustituto a su hermano Memnon.
Luego atravesó el mar con una nave que le regaló el Sol.
Llegó al Cáucaso donde se encontró con Prometeo encadenado atacado por un águila que le devoraba el hígado durante el día que se regeneraba durante la noche.

Hércules abatió con sus flechas al águila y liberó a Prometeo de sus cadenas.
Por último el mito de Hércules enlaza con Atlas y Hespero, las dos grandes moles montañosas que forman las columnas de Hércules y que separan el Mediterráneo del océano infinito y representan dos lugares geográficos; Sierra Nevada en España y el Atlas en Marruecos. Cuenta la leyenda que después del tremendo impacto del cometa que provocó grandes maremotos, estos montes fueron los lugares islas donde se refugió la vida.

En esos lugares estaba el jardín de las Hespérides donde se guardan las manzanas doradas custodiadas por el dragón alado que siempre está presente en la obra de Gaudí. 

Publicado por Tito Maciá

Profesor, divulgador, investigador y escritor sobre temas de astrología.
https://titomacia.net/

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