Estaba analizando el modelo matemático astrológico de las ondas armónicas, usando el Explorador Armónico que calcula los gráficos de harmogramas. Para entender el sistema se puede pensar que los armónicos son a los atacires, lo que el plato de engranaje de pedalear de la bicicleta es, respecto a la cadena.
-No se si has visto las bicicletas de alto precio que llevan varios platos y platillos de engranaje, y con eso cambian de marcha. Lo de los armónicos y los atacires es semejante, la diferencia es que con la bicicleta te mueves por el espacio y con los atacires y las ondas armónicas te mueves por el tiempo, así de fácil.
Para movernos por el tiempo tenemos dos modelos matemáticos; el modelo clásico donde se representa el cielo de zodiaco con los signos zodiacales, los planetas, los aspectos y las Casas, y eso es algo que solo lo podemos entender quienes somos expertos en astrología, el resto de los mortales lo miran con tú miras un poema chino escrito en chino, y que si no tienes a un chino que te haga de traductor no te enteras de nada y dependes del chino y de lo que el chino te cuente que ya sabes lo de los cuentos chinos. Bien, pues eso es lo que ocurre con el modelo matemático clásico, que cada chino lo interpreta a su manera.
Con el modelo matemático de las ondas armónicas, el chino lo tiene mal, porque es un lenguaje que todo el mundo lo puede entender y no necesita traductores. Vamos a entrarle al modelo de ondas en modo general.
He calculado las ondas del armónico 132, es el armónico que nace de multiplicar 11, del armónico 11, por 12 que es el número de sistema que usamos. En este piso está instalado el reloj de los atacires del 132, el que se usa para conocer el tiempo de los viajes en compañía donde se experimentan estados de plétora y sucumbe uno al pecado. Como cuando se van de vacaciones veraniegas en lugares apropiados y se disfruta del amor libre entre los compañeros del viaje. Plétora pecaminosa en tiempo de viaje, ese sería un intento de aproximarme al significado de la onda de 132, que viene como una nube cargada de plétora social. Ahí viene la bilirrubina social, mucha gente celebrando lo que sea con una euforia nunca antes vista- ¿Dónde descargará la lluvia de euforia? -Qui lo sa.