La llegada de un nuevo ciclo astrológico es en cierta medida semejante a la llegada de una nueva primavera que siempre es diferente para los distintos países.
En la carta del cielo del ciclo de Júpiter con Saturno que se inició en el año 2020 calculada para Brasil, el elemento más importante de ese cielo, es la conjunción en sí misma, cuya influencia se ejerce con mayor intensidad en los países donde la conjunción se localice en alguno de la ángulos o cúspides de las Casas, como ocurrió en el ciclo anterior del 2000-2020 con Venezuela, donde la conjunción ocupaba justo el grado de la cúspide la Casa VII.
En la carta del cielo calculada para Brasilia, la capital de Brasil se repite la conformación que tuvo Venezuela y la conjunción de Saturno y Júpiter se localiza en el ángulo de la Casa VII.
Brasil viene después de Venezuela, esa es la impresión que se desprende. Para que se produzca cualquier movimiento, para que algo se movilice, da lo mismo pensar en física, que en sociología, para que algo se mueva es necesario que haya un desequilibrio, o lo que es lo mismo, una desigualdad, cuando la desigualdad social es excesiva entonces ocurre el cambio social con la agitación consecuente y la aparición de los líderes adecuados para poner en marcha un cambio de tendencia social del tipo que sea.
El modo en el que ocurrirán las cosas está fuera del alcance de mi conocimiento, eso sería “adivinar”, lo que sí se puede pronosticar para Brasil en el nuevo katún, es un cambio social de la naturaleza que está viviendo Venezuela, un cambio trasformador que nunca será igual en un país que en otro, pero si semejante.
La desigualdad social y económica, en los países con sistemas democráticos, se corrige de forma natural cada vez que hay elecciones democráticas y limpias a las que se presentan varias opciones de gobierno, nada que ver con las pseudo democracias de los países donde gobierna un partido único, eso son dictaduras como en Corea del Norte, Cuba y la deriva que lleva Venezuela, donde acaba por crearse un desequilibrio semejante a algunos países capitalistas y donde el número de los excesivamente ricos deja un número excesivamente elevado de desfavorecidos, como ocurre en otros lugares del mundo, donde siempre podrá aparece un líder socialista en unos casos, o populista en otros, que sabrá aprovechar el desequilibrio para asaltar el poder y general cambios sociales y económicos. No hay que olvidar que en la naturaleza del ciclo se incluye la aparición de nuevos líderes, sin los cuales no se puede escenificar ningún cambio.
Habrá que esperar la aparición de un nuevo líder en Brasil, no dispongo de suficiente información para conocer anticipadamente al líder brasileño que llenará las portadas de la prensa de la década del 2020, pero sí puedo pronosticar, que sea hombre o sea mujer va a dejar una huella imborrable en la historia de Brasil y de toda América de Sur. ¿después quién viene?