Las personas que nacen con la Luna formando oposicon con el planeta Urano suelen llevar una vida llena de novedades originales que les crean nuevas dependencias y necesidad de sensaciones diferentes, que suelen ser contrarias a lo comúnmente aceptado por su grupo social, la gente con quién se relacionan habitualmente, creándose, en ocasiones, conflictos engorrosos a causa de manera de vivir, que siempre tiene una alto índice de desórdenes y desajustes.
Cuando aterrizan en el mundo se suelen encontrar con un medio familiar nunca es normal, en algunos casos es la madre quién provoca estas anomalías. Los hombres que no son homosexuales están atados al hogar por una la esposa que o bien los mantiene o tienen un genio vivo y una autoridad sobre ellos muy marcada. Esta fuerte atadura a veces acaba por romperse y puede sigificar rupturas sentimentales o contrariedades, anormalidades o irregularidades en la vida de pareja o asociativa.
Los impulsos evolutivos de estas personas alteran en buena medida la facultad de reacción del sentimiento provocando los más variados antagonismos y discrepancias con tensiones emocionales que les llevarán cíclicamente a rupturas afectivas, quedando como solos con su rebeldía. Su polaridad femenina de la conciencia está sujeta a desgastes a causa de los cambios imprevisibles de humor. Un día son amables y condescendientes con sus amigos, y a la semana siguiente se vuelven huraños, antipáticos e intratables.
Poseen hábitos contradictorios, por un lado parecen sujetos a las costumbres sociales establecidas, incluso simulan estar adaptados a lo cotidiano, pero esto solo suele duran un tiempo hasta que inesperadamente deciden realizar transformaciones súbitas para así poder romper con las ataduras a sus amigos, cambiando de pautas morales y de estado de el animo.
