Al igual que el clima y la meteorología, la influencia del cielo es cambiante, ora tormenta, ora calma y después de nuevo tormenta. Hemos tenido unos días de junio de «calma», o al menos el cielo «emitía» odas calmantes.
Se acabó la calama, la tercera parte del mes de junio, y en especial los últimos días, vienen con una elevación de la onda de la polarización social, las tensiones y el nerviosismo general, fin de la calma, volvemos a lío………………y la culpa de todo la tiene el demonio, si existiera, ni Uribe es tan importante ni Sánchez tampoco